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Navarrés
Valencia
Longitud: 2.752 m.
Duración: 1h 10min
Dificultad: fácil

Sendero de Los Chorradores (Navarrés)

El Sendero de los Chorradores nos invita a descubrir uno de los enclaves naturales más sorprendentes de Navarrés: el Barranco del Barcal, un paraje donde el agua, la vegetación y la historia se entrelazan formando un paisaje único. El recorrido, que atraviesa el barranco de sur a norte, nos lleva por un entorno de gran valor ecológico y paisajístico, siguiendo el curso del agua desde las fuentes de Playamonte hasta su desembocadura en la presa de Escalona.

Durante buena parte del año, este barranco mantiene un caudal considerable, lo que da lugar a los espectaculares saltos de agua conocidos como chorradores. En época de lluvias, el caudal puede aumentar de forma significativa, por lo que el sendero cuenta con señalización informativa sobre el riesgo de crecidas. A pesar de su frondosidad, que en algunos tramos oculta el cauce, el Ayuntamiento de Navarrés ha acondicionado el itinerario para garantizar la seguridad y el disfrute de los visitantes, permitiendo caminar paralelamente al barranco con vistas privilegiadas a estos fenómenos naturales y a antiguas construcciones hidráulicas, como el Azud de Badina Migas o la Fuente de la Higuera.

El paisaje vegetal del sendero es sumamente rico. En las zonas más sombrías destacan los chopos, almeces e higueras, bajo los cuales prosperan especies umbrías como la hiedra. En las márgenes del cauce aparecen adelfas, tarays y juncales, mientras que las laderas soleadas están dominadas por zarzas y especies frutales como granados, algarrobos y más higueras, vestigios de antiguos bancales de cultivo.

La fauna es igualmente diversa y sorprendente. Entre los mamíferos destacan la rata de agua, que excava sus galerías en los taludes del barranco, así como conejos y zorros en las zonas más alejadas. Las aves como el ruiseñor, el petirrojo, el pito verde, la oropéndola o el autillo llenan de color y sonido el bosque de ribera. Anfibios como ranas y sapos, junto a reptiles como lagartijas, salamanquesas y culebras, también son habituales. Además, el barranco alberga especies emblemáticas como el cangrejo de río autóctono, en peligro de extinción, y peces como el barbo, común en los cursos fluviales de la península.

Este sendero es ideal para realizar en otoño e invierno, cuando las montañas del interior se tornan frías y el barranco muestra todo su esplendor hídrico. Se recomienda llevar calzado adecuado, agua, protección solar y respetar siempre el trazado del camino para minimizar el impacto sobre el entorno.